Allí donde la democracia funciona para la gente

Ayer, terminada la recorrida, el embajador de Venezuela Julio Chirino conversó con SAN JOSÉ HOY.

La planta de Conaprole.

“Hicimos un recorrido viendo los distintos procesos que se desarrollan ahí, principalmente la leche en polvo que se exporta hacia Venezuela. Esa es la planta donde se produce básicamente la totalidad de leche que Conaprole está exportando a Venezuela desde el año 2005 ininterrumpidamente.”

“Nos comentaban que (Venezuela) es el principal punto de exportación de leche en polvo. En Venezuela el principal cliente es el Ejército, pero nosotros vinimos con una delegación amplia de la Embajada.”

SJH -El domingo hay elecciones en Venezuela.

“Un día de una elección más. Acostumbrados después de este proceso de cambios y transformaciones a que el pueblo sea llamado a expresar sus voluntades en la participación electoral.”

“Lo primero es seguir consolidando este proceso de transformación y cambio democrático. En estos últimos 11 años han sido más de 15 elecciones. Esta es nuestra tercera elección de la Asamblea Nacional después de que se modificó la Constitución. Hay un fortalecimiento dentro de este cambio de institucionalidad y se espera que se mantenga la correlación que ha tenido la Asamblea: mayoritaria hacia las fuerzas revolucionarias. Fue así en todas las últimas elecciones parlamentarias. El reto mayor es mantener la mayoría especial que permite gobernar desde el Parlamento. Las distintas encuestas y los distintos voceros y analistas, plantean que esa posibilidad es muy cercana.”

SJH -¿Qué podría pasar si la oposición alcanza los 56 diputados, número clave para poder bloquear algunas iniciativas?

“Eso podría significar un enlentecimiento. Lo que buscan ellos con esos 56 diputados es frenar este proceso de cambio y transformación, que por supuesto, a ellos no les conviene porque son la expresión neta de lo que ha sido la oligarquía en Venezuela.”

SJH -Terminó la reunión en la que se evaluó el grado de cumplimento de los Objetivos del Milenio. ¿La delegación venezolana vuelve conforme?

“Nosotros volvemos muy conformes porque muchas de las metas que allí están planteadas, Venezuela las ha ido cumpliendo, incluso algunas mucho antes de lo que se planteó: lo que es el acceso al agua, la educación, los temas de analfabetismo; se abatieron los niveles de pobreza. Realmente, en este proceso de cambio el principal esfuerzo ha sido en el desarrollo social. Realmente, en Venezuela hemos logrado ir poco a poco abatiendo una situación muy negativa que teníamos. Y todavía hay algunas pequeñas cosas que nos faltan lograr, pero en términos generales salgo muy contento porque en estos 10 años hemos podido revertir una brecha que venía avanzando en Venezuela: el tema de la exclusión y la pobreza.”

SJH -¿Cómo han andado con la evolución del índice Gini*?

“En las últimas mediciones, Venezuela cada año ha venido mejorando en ese índice (…) que mide el comportamiento del desarrollo social de nuestro país.”

SJH -Eso no es muy visible a nivel de los medios, por lo menos en Uruguay.

“Lamentablemente los medios de comunicación a nivel internacional lo que buscan y plasman son sólo hechos negativos -en algunos casos no certeros- respecto a la realidad venezolana. Hay casos en que tergiversan lo que estamos viviendo y por supuesto que no reflejan los avances que se han dado en el campo social, político y de participación en Venezuela.”

* El índice Gini mide el grado de desigualdad de una sociedad.

Por Camino Guaycurú, el que se duerme pierde

Veinte minutos bastaron para que de la mesa del galpón desapareciera una motosierra. Una madrugada colaboró para perder unos pulsadores y, marcar presencia en una fiesta criolla, el robo de un facón y otros enseres de plata y oro.

La gran mayoría, robos a plena luz del día.

Por camino Guaycurú nadie se salva, y la sensación de inseguridad es una constante.

Alejandra Fuentes

El viernes por la tarde, el camino Guaycurú estaba muy transitado. Al continuo pasar de vehículos se suman caminantes que pasan temprano ‘camino adentro’ y que nadie sabe hacia dónde van.

Ese día, las Seccionales Cuarta y Tercera recibieron varios llamados ‘es que los vecinos ven gente extraña a cada rato, que anda caminando o en bicicleta y desconfían’ decía Baccino. A lo que agregó otro paisano ‘la policía explica que a veces les piden los documentos y al ser de la zona lo toman a mal; pero yo pienso que no hay que fijarse en esos detalles y velar por la seguridad de los vecinos que vivimos y trabajamos en la zona ¿no?’.

A Álvaro Bentancor hace pocos días le entraron a su casa a las 16.30hs. “Encontré la casa dada vueltas, deshecha” decía a SAN JOSÉ HOY. Sin preámbulos contó su situación: “En 14 años que estoy acá nunca había vivido esto. Con la última, hay seis denuncias mías porque ya no aguanto más (…) Hace unos días, cuando vino el Jefe de Policía a reunirse con nosotros la gente se apretó pero a mí no me importa (…) Lo único que nos queda es emigrar, abandonar todo y sólo así vivir tranquilos”.

Al encuentro con las autoridades policiales en la Escuela Nº72  asistieron varios vecinos que aún hoy sienten que no hay solución para la inseguridad reinante: “Solución no nos dieron ninguna. Acá las víctimas somos nosotros, que no podemos salir a hacer un mandado (…) Pachina, Fagina, Paso del Cerro… han robado en todos lados (…) Fui a llevar a un vecino a arreglar una bicicleta y al regresar me encuentro con la casa dada vuelta. Abrieron los cajones, tiraron la ropa, revolvieron todo… fue algo muy degradante (…) Esto está clarito: acá a dos kilómetros están los que ‘baten’ los que organizan. Porque yo salgo y, a los cinco minutos había gente en mi casa. Entraron por la puerta del baño y destrozaron más de lo que llevaron. Me robaron $13.500, un revólver, un reloj y una medalla de oro. Como también algunos documentos, y eso es lo que más me preocupa (…) Acá nos están cuidando hace rato y yo el dije eso al Comisario, a los chorros los tenemos cerquita. Entran dos kilómetros para adentro ¿y cómo saben que en ese momento no hay nadie? Yo no creo que sean unos improvisados; saben bien dónde y cuándo se meten. Pero yo no sé pro dónde salen que, supuestamente, nadie los ve (…) Aquí anda gente caminando a las dos de la madrugada ¿eso no da para desconfiar? ”.

Los vecinos se sienten inseguros en sus propias casas y rodeados de perros: “Yo tengo cinco y me entraron sin ningún problema. Al mejor me lo mataron hace unos días; está tirado a unos metros de acá. Ése era una amenaza para los ‘chorros’, por eso lo mataron”.

Bentancor afirma que esperará un poco más “… y después voy a pedir una entrevista con el Ministro Bonomi; tengo muchas cosas que comentarle”.

Al hurto de herramientas de campo se suma dinero de varios establecimientos. Una seguidilla que incluye garrafas, dineros, armas, cables, computadoras y animales.

Hace quince días, en un campo de Fagina aparecieron faenados dos animales, y otros dos ‘desgarretados’ agregó peocupado otro vecino.En general, los vecinos exigen medidas policiales más efectivas. Como máxima aspiración tienen la de trabajar y dormir tranquilos ¿será mucho pedir?

La Cultura nos pertenece

De varios puntos de San José llegó gente para participar el miércoles del primer Encuentro Departamental de Cultura, en el Espacio Cultural.

Hay buena disposición en la gente por opinar sobre lo que entiende. Y el Intendente Falero aseguró que, por su parte, hay buena disposición para escuchar.

Alejandra Fuentes

Siete talleres trabajaron temáticas relacionadas a todas las Artes: escénicas, visuales, plásticas y artesanales, literarias y musicales. Además de otros dos grupos, que hicieron hincapié en el trabajo de las instituciones y la actividad de gestores culturales independientes.

Según afirmó Juan Carlos Barreto, la intención fue que nadie quedase afuera, por eso hubo convocatoria general y participación abierta a este Encuentro que organizó la Dirección Municipal de Cultura.

Se creó un espacio de diálogo entre todos: “… tenemos un camino a recorrer que será conformar el presupuesto quinquenal y por eso esta instancia es algo que nos debíamos” afirmó al inicio de la jornada.

El Intendente José Luis Falero, agregó que ésta fue una instancia “fundamental”, ya que se trata de construir un presupuesto entre todos. Se comprometió ante los presentes a que el documento elaborado con las conclusiones, sea tenido en cuenta para ser incluido en el Presupuesto. El que se enviará a la Junta Departamental el próximo 7 de enero. “Un presupuesto también requiere de posibilidades, y es lógico que no vamos a poder resolver todos los temas; pero si no tenemos un diagnóstico cabal de la preocupación de los involucrados, es difícil abordar los temas de la mejor forma (…) A partir de estas conclusiones sabremos de primera mano qué es lo que a ustedes les preocupa, y eso es lo que queremos”.

Falero quiere “políticas coordinadas” y eliminar “las chacras de poder”. Pretende escuchar y atender las preocupaciones de la gente: “Acá no hay banderas políticas que valgan. Acá lo que hay es problemas que tenemos que resolver en conjunto (…)”.

Si bien cada mesa de trabajo preparó su conclusión, hubo una realidad que quedó en evidencia: la de no saber entre los involucrados en la temática, qué se hace en materia de Cultura en todo el departamento. Cuántos grupos e instituciones están trabajando en las distintas localidades y cómo. Qué objetivos persiguen y qué ofrecen a la comunidad.

También, la necesidad de contar con un registro o agenda de las actividades culturales que se hacen en todo el departamento, a fin de que participen todos aquellos que quieran o puedan hacerlo.

Al respecto, hay situaciones puntuales que fueron planteadas: la existencia de una Casa de la Cultura en Libertad de la que sus vecinos no saben si funciona como tal.

Otros, notaron la ausencia del encargado de la Casa de la Cultura de San José en el encuentro.

Al término de la reunión se presentaron las conclusiones de cada equipo de trabajo.

El grupo de Arte Escénico planteó la necesidad de coordinar acciones y de llevar la formación a todos los puntos de San José. En definitiva, descentralizar y democratizar la Cultura.

El segundo grupo (Artes Visuales) se unió con el tercero (Artes Plásticas y Artesanales) habló de la inaccesibilidad de los discapacitados a espacios públicos y privados, con actividades culturales.

Mencionó dificultades locativas y de recursos que tienen grupos que desempeñan actividades formativas gratuitamente, como un aporte a la sociedad. Y se nombró como ejemplo al taller de expresión “Piedra Libre” que funciona eventualmente en el salón comunal del barrio Roberto Mariano. Fue una idea de los niños que se concretó gracias a la disposición de dos artistas locales: Mariano Albistur y Marcelo Alpuy.

Otro aporte a tener en cuenta fue el de crear un programa informativo cultural que se emita en todos los canales de televisión del departamento.

Los participantes vinculados al área musical pidieron más actividades de intercambio cultural. Artistas jóvenes de la ciudad de Libertad plantearon problemas de transporte y difusión de sus espectáculos. A lo que sumó la poca valoración que se le otorga al músico local.

El equipo de trabajo del que participaron representantes de la Instituciones  propuso la creación de una Mesa de Instituciones para manejar el ‘menú cultural’. Además, la existencia de subcomisiones de ésta en cada localidad.

De esta forma, coordinar acciones para que no se sobrepongan actividades interesantes.

Al cierre de la exposición, el grupo dejó a los organizadores la pregunta de qué celebración se proyecta en San José para el Bicentenario del Éxodo Oriental.

El equipo que nucleó a los gestores culturales independientes hizo hincapié en la necesidad de contar con recursos económicos y un mayor respaldo a nivel gubernamental en el departamento. Propuso la idea de que a los inversores extranjeros que lleguen al departamento, se les pida algún aporte para la Cultura de la localidad que les abrió las puertas y les dio facilidades para instalarse. Hablaron de que la responsabilidad social empresarial no pasa siempre por el aspecto de si una firma contamina o no el medio ambiente, sino que también implica pensar en todos los aspectos de la Cultura.

Denunció problemas de información y comunicación entre quienes organizan las actividades, con quienes pueden estar interesados (incluidos concursos y proyectos).

Otro punto se refirió a valorizar el patrimonio local. Y agregaron que en la actualidad, al departamento se lo conoce por dos o tres fiestas importantes y el visitante que asiste  se va con la idea de que aquí hay un movimiento cultural muy grande, cuando en realidad, luego de esos eventos no hay más nada organizado en el año.

Al cierre, el Director Municipal de Cultura, Juan Carlos Barreto, agradeció a los presentes y expresó su intención de que encuentros similares se cumplan anualmente. Agregó que éste es “sólo el comienzo”.

Aún así, algunos participantes se fueron con la idea de que lo hablado y propuesto quedará en ‘aguas de borrajas’, como ha sucedido en otras reuniones de igual cometido.

Sin embargo, los más optimistas creen en un cambio; radicado fundamentalmente en un manifiesto mayor interés por la Cultura de parte del nuevo Intendente; y una mayor libertad de acción para quienes desarrollan esa tarea desde la comuna.

HUGO BRAVO, EL “CANTINFLAS” Con más calle que escuela

Para el Partido Socialista en San José, Hugo Bravo Flores es un compañero de muchos años. Amigos y conocidos le dicen ‘Cantinflas’: “Me pusieron ese ‘nombrete’ porque mi primer trabajo fue salir a vender diarios al centro, gracias al finado Mario Pugliese, en el kiosco La Plaza. Allí, donde estaba la confitería París (…) Después, el compañero ‘Tito’ Geninazzi me hizo un cajón y un banco, y de tarde lustraba zapatos para ayudar a papá y mamá”.

Alejandra Fuentes

Hugo vive en barrio Cementerio. Ese mediodía lo sorprendimos en plena planificación de un guiso, “aquí viví toda mi vida” nos dijo en la puerta de su casa.

Su historia en la 90 comenzó hace tiempo: “En mi barrio teníamos el comité de ‘Illa’ Fraga y fue así que junto con Luis Eramia comenzamos a unirnos al grupo. La primera vez yo había votado a los blancos,después me fui al Partido Socialista. ‘Illa’ tenía un rancho y ahí empezamos el grupo. Había mujeres y compañeros que ahora ya no están  o viven en el exterior, como Mario Poey que está en Argentina. (…) En el comité todo se hacía a pulmón, y el mate se disfrutaba entre todos; no era como ahora que cada uno lleva el de él y no convida”.

Se acuerda de la visita del General Líber Seregni al local partidario barrial “… antes de llegar el General me mandaron a mí a hacer un telegrama y se lo doy al ‘Illa’ al comenzar el acto y él decía: ‘compañeros, todavía siguen llegando telegramas de todas partes’… ¡y era uno solo y lo había mandado yo! (…) Esas cosas son lindas de recordar, porque el ‘Illa’ era un compañerazo, muy trabajador, que no te fallaba nunca”.

Con las manos en alto asegura que las de antes, fueron épocas muy duras y que la Escuela más grande que tuvo fue la calle “… todos queríamos trabajar pero la cosa estaba brava. Trabajar y comer era difícil, sobre todo en dictadura. A mí no me molestaron. Eso sí, preguntaba por mis amigos presos pero no me animaba a ir. Entre ellos estaba el ‘Gallito’ Heguy (Juan Carlos) por él yo preguntaba siempre. Otro amigo era Enrique Arena, con quien compartí las tolderías”.

Hugo siente que hoy el Frente no es el mismo de antes; “… yo no sé que pasa, estamos egoístas. Yo no hace un día que estoy metido en el comité y por eso veo los cambios. Hay falta de compañerismo, se ha ido mucha gente de la 90, ya no están grandes luchadores del Partido, como Gonzalo Betarte y otros”.

Salta de un tema a otro, y comparte sus días difíciles, cuando en Montevideo estuvo en una clínica oncológica: “… estuve ocho meses allí y me mandaron para el Pasteur. Me operaron mal y me largaron como a un perro. No conocía a nadie y fui a Oncología, donde me recibieron con los brazos abiertos. Nunca me voy a olvidar (…) En ese tiempo mi Partido me ayudó en todo lo que pudo; como yo lo haría con cualquiera de mis compañeros”.

Cuando le hablan de la 90 repasa una lista de gente “que era un infierno para trabajar pero se han ido, y es una lástima”.

Por indicación médica no puede trabajar y, cobra una pensión que le ayuda a seguir tirando. “Le doy una mano al ‘Chiri’ en el almacén; que fue un amigo que fue a verme a Oncología. Un domingo de tarde apareció con la señora. Llevó una torta de manzanas grande y plata; al rato estaba deseando que se fueran para comerme la torta; que también de vista estaba buenísima” dice entre risas.

Está conforme con el Presidente José Mujica. “El ‘Pepe’ tira mucho para los pobres. Me acuerdo que el día que estuve con él le hice un pedido: le pedí que a una calle de Montevideo le pusiera José Francisco Sasía, un jugador muy grande de fútbol; si me lo cumple ¡quedo loco de la vida!

Claro que hay otros sueños que anhela se cumplan en su país: “Quiero trabajo para la juventud, y que no se drogue más. Que vean que para adelante hay un futuro mejor para ellos (…) Así veo las cosas yo, con mis 68 años”.

No quieren volver a una Venezuela “muy rica en minerales, pero muy pobre” para la mayoría

Allí donde la democracia funciona para la gente

Ayer, terminada la recorrida, el embajador de Venezuela Julio Chirino conversó con SAN JOSÉ HOY.

La planta de Conaprole.

“Hicimos un recorrido viendo los distintos procesos que se desarrollan ahí, principalmente la leche en polvo que se exporta hacia Venezuela. Esa es la planta donde se produce básicamente la totalidad de leche que Conaprole está exportando a Venezuela desde el año 2005 ininterrumpidamente.”

“Nos comentaban que (Venezuela) es el principal punto de exportación de leche en polvo. En Venezuela el principal cliente es el Ejército, pero nosotros vinimos con una delegación amplia de la Embajada.”

SJH -El domingo hay elecciones en Venezuela.

“Un día de una elección más. Acostumbrados después de este proceso de cambios y transformaciones a que el pueblo sea llamado a expresar sus voluntades en la participación electoral.”

“Lo primero es seguir consolidando este proceso de transformación y cambio democrático. En estos últimos 11 años han sido más de 15 elecciones. Esta es nuestra tercera elección de la Asamblea Nacional después de que se modificó la Constitución. Hay un fortalecimiento dentro de este cambio de institucionalidad y se espera que se mantenga la correlación que ha tenido la Asamblea: mayoritaria hacia las fuerzas revolucionarias. Fue así en todas las últimas elecciones parlamentarias. El reto mayor es mantener la mayoría especial que permite gobernar desde el Parlamento. Las distintas encuestas y los distintos voceros y analistas, plantean que esa posibilidad es muy cercana.”

SJH -¿Qué podría pasar si la oposición alcanza los 56 diputados, número clave para poder bloquear algunas iniciativas?

“Eso podría significar un enlentecimiento. Lo que buscan ellos con esos 56 diputados es frenar este proceso de cambio y transformación, que por supuesto, a ellos no les conviene porque son la expresión neta de lo que ha sido la oligarquía en Venezuela.”

SJH -Terminó la reunión en la que se evaluó el grado de cumplimento de los Objetivos del Milenio. ¿La delegación venezolana vuelve conforme?

“Nosotros volvemos muy conformes porque muchas de las metas que allí están planteadas, Venezuela las ha ido cumpliendo, incluso algunas mucho antes de lo que se planteó: lo que es el acceso al agua, la educación, los temas de analfabetismo; se abatieron los niveles de pobreza. Realmente, en este proceso de cambio el principal esfuerzo ha sido en el desarrollo social. Realmente, en Venezuela hemos logrado ir poco a poco abatiendo una situación muy negativa que teníamos. Y todavía hay algunas pequeñas cosas que nos faltan lograr, pero en términos generales salgo muy contento porque en estos 10 años hemos podido revertir una brecha que venía avanzando en Venezuela: el tema de la exclusión y la pobreza.”

SJH -¿Cómo han andado con la evolución del índice Gini*?

“En las últimas mediciones, Venezuela cada año ha venido mejorando en ese índice (…) que mide el comportamiento del desarrollo social de nuestro país.”

SJH -Eso no es muy visible a nivel de los medios, por lo menos en Uruguay.

“Lamentablemente los medios de comunicación a nivel internacional lo que buscan y plasman son sólo hechos negativos -en algunos casos no certeros- respecto a la realidad venezolana. Hay casos en que tergiversan lo que estamos viviendo y por supuesto que no reflejan los avances que se han dado en el campo social, político y de participación en Venezuela.”

* El índice Gini mide el grado de desigualdad de una sociedad.

Carlos Calisto y sus recuerdos de un San José en dictadura

Comenzó su vínculo con la Asociación Cristiana de Jóvenes de San José (acj) en la década del 60 y lo mantuvo hasta el año 1996, cuando decidió irse a trabajar a la ACJ de Buenos Aires. Con la crisis del 2002 perdió su puesto y debió buscarse otro sustento. Ahora volvió a Uruguay y desde el 3 de mayo dirige la ACJ de Salto.

Estela Sellanes

Entró en la ACJ de San José como socio en el año 1963. Vivía en el campo y se vino a la ciudad para hacer el liceo; era hijo de una maestra rural.

En el año 1965 comenzó el programa de liderato, con Gustavo Zipitría. (El director de la ACJ en ese momento era Juan Carlos Muszwic).

Estudió Magisterio en el Instituto de Formación Docente de San José. Se recibió el 10 de enero de 1972.

-¿Cómo fueron tus inicios en la ACJ?

-Hugo García, que era director general de la ACJ desde el año 70, me había convocado a trabajar con él y entré en el 72 como director de programa. Cuando Hugo postula y obtiene un cargo internacional, que era dirigir un centro internacional de campamentos de la ACJ latinoamericana en Piriápolis, el 1 de setiembre del 75 yo pasé a ocupar la dirección general de la ACJ de San José, cargo en el que estuve hasta marzo del 96.

Son fechas que marcan la vida. Yo tengo 58 años, soy muy malo para muchas fechas pero hay algunas que me marcaron.

-¿Por qué decidiste no trabajar como maestro?

-Mi opción entre no trabajar como maestro y trabajar en la ACJ fue porque ya las condiciones para trabajar como maestro eran bastante impresentables… Realmente, entendí que para lo que yo me había formado, un joven con 20 y pocos años, que creía que con la Educación le poníamos un mango al mundo y lo dábamos vuelta, las posibilidades de trabajo como maestro eran de una condicionalidad total al papeleo, a la escritura, a la ficha, al portarse bien, a no ser calificado con la terrible letra C, proscrito, interdicto, como fuera, por tonteras, como pasaba en aquellos tiempos.

Se llegaron a corregir textos de la propia Primaria que tenían frases de Artigas y a eliminarlas. Era absolutismo del poder y de las armas mezclado. Una muy peligrosa combinación…

-Hablemos de San José en Dictadura. ¿Qué recordás del ambiente?

-Me parece muy bueno volver sobre el pasado, porque también los militares decían que los pueblos que olvidan su pasado están condenados a repetirlo. Ellos lo hacían con una intencionalidad explícita de negar hechos del pasado. Yo creo que está buena la frase, pero está buena en todo su contexto. No hay que olvidarse del pasado. A mí me pasa hoy… cuando uno habla con gente de menos de 30 años o de 30, prácticamente no tienen idea de lo que pasó en esos tiempos. (…) Por ejemplo, una comisión de damas, para organizar un almuerzo en ese época tenía que pedir permiso a Jefatura para ver quiénes iban, quién era la comisión que organizaba y en algunos casos aceptar o bancarse que determinada persona no estuviera en ese grupo organizativo porque era una persona que estaba -como decían ellos- interdicta. Es decir, una persona que estaba pero no podía estar. (…) Acá, el poder hegemónico pretendió hacer desaparecerte aunque estuvieras, por la violencia de la eliminación presencial, diciéndote que no podías estar en un acto.

Nos pasó tener gente parada en la puerta controlando a quienes entraban en un almuerzo o, como lo que pasó cuando la ACJ retomó, creo que en el 82, la Semana de la Juventud, que se había parado durante el período de Dictadura.

(…) Nosotros retomamos la Semana de la Juventud y recuerdo como si fuera hoy que mientras organizábamos las pistas, en hojas grandes para la búsqueda del tesoro, tenía al Jefe de Investigaciones sentado al lado mío. Como eran pistas en clave, tenía que explicarle que las rayitas alineadas que parecían no decir nada, lo que decían era ‘Catedral’ o ‘Teatro’ y todo el mensaje en clave era ese. Yo sentía que era un absurdo, un poco macondiano explicarlo…

-Eran comunes esas situaciones donde había que dar explicaciones…

-Fue la situación que se vivió, donde todos sospechábamos de todos. Venían y te decían ‘mirá que a fulano lo vi hablando…’ y como no estaba planteado qué podías decir y qué no, siempre estaba la duda…

-¿Recordás alguna anécdota en especial, algo que te haya marcado?

-Nosotros tuvimos una fuerte presión de la Intendencia militar en aquel momento para usar las instalaciones del gimnasio de la ACJ, el Argos. La Intendencia quería usarlo sin ningún tipo de contrapartida para la ACJ, entonces en algún momento tuvimos una suerte de tensión institucional. Nos pasó una vez que vinimos, con un integrante de la comisión de cultura, a una entrevista a la Intendencia, al despacho del señor Intendente, que en aquel momento era el Coronel Bazzano. Veníamos a pedir el Teatro Macció para hacer una actividad con gente de Taiwán.  No me acuerdo qué se pretendía traer, era un espectáculo cultural de ese país que estaba en Montevideo.

Estábamos sentados en el despacho y el coronel nos dijo ‘¡cómo yo le voy a prestar el Teatro Macció a la Asociación Cristiana cuando la Asociación Cristiana no nos presta el gimnasio!’ La persona que me acompañaba, que no la voy a mencionar por respeto, una excelente persona, correctísima, funcionario público de cierta jerarquía, temblaba como vara verde en ese despacho. Yo me sentí muy culpable de exponerlo ante una situación absolutamente indeseada. (…) Me consta que pasó un muy mal momento por este planteo que revelaba la situación despótica…

Y yo el planteo lo fui llevando bien; no me la doy de gran negociador pero tampoco soy mudo ni callado y además creo, como dijo Artigas, que teniendo la razón o creyendo tenerla, uno tiene que llevar los argumentos adelante.

Sé que salimos mal de la entrevista, aunque no había otro argumento salvo el hecho de no querer prestarlo (el Teatro) y la presión sobre la persona que estaba, diciéndole: ‘yo sé donde usted trabaja’, cosa que pasaba.

-Y había miedo…

-Se percibía en la sociedad. Yo creo que el humor popular refleja mucho de las cosas de la realidad. Acá había un chiste que se manejaba en aquellos tiempos: Se habían construido los puentes de interconexión entre Uruguay y Argentina. Pasaba un perrito que venía de Argentina para Uruguay y se encontraba en la mitad del puente con un perrito que cruzaba del Uruguay para la Argentina. El perrito argentino decía que se iba de Argentina porque allí no había comida, árboles, perritas… Y le pregunta al uruguayo ¿en Uruguay hay perritas, comida y árboles? El uruguayo le contesta, ‘la cantidad que quieras’. Y entonces el argentino le pregunta: ‘¿Y entonces por qué querés cruzar?’ Y el uruguayo le dice: ‘porque tengo unas ganas de ladrar, terribles’.

Yo creo que ese chiste que circulaba, como muchísimos de los chistes que eran la contracultura a lo imperante, revelaban un estado de cosas.

(…) Yo jugaba al fútbol, y nos tocaba interactuar con cuadros que eran representativos del sistema militar. Y yo era mal jugador pero era bastante brusco en mi juego; le pegué una patada mal a uno en un partido, un sábado a la tarde… Jugábamos la divisional B, en el SAFA. El que fue afectado por mi patada me dijo ‘esta noche cuando salga en la ronda, yo te voy a levantar’.

Pasé toda la noche con esa sensación: ¿Y si pasa un jeep y me levanta? ¿Y después que me levanta, qué?

-¿Tuviste amigos que fueron detenidos? ¿Sufriste esa situación?

-Y sí, obviamente, hubo una cantidad de amigos detenidos que pasaron mal, gente conocida que pasó mal, no necesariamente amigos. Yo personalmente fui citado y estuve varias horas en la Jefatura de Policía, que era vecina nuestra de la ACJ. En la Semana de la Juventud, cuando las Estudiantinas cantaron, algunas obviamente habían modificado algún texto, entonces me llaman a mí y me preguntan si yo era responsable…

-¿Había que presentar los textos antes para que los aprobaran?

-Aprobaban los textos y en algunos casos te los tachaban y te decían que tal parte no se podía cantar, entonces llegamos a un acuerdo, que la gente cantara el tema que fuera, cantara la letra hasta donde lo permitían y que la parte tachada se decía la la la la la la la, con lo cual se hacía más evidente la situación de opresión.

A mí me llevaron y estuve horas, no sé si cinco o seis en Jefatura, sentado en la puerta de los calabozos, esperando para tomarme una declaración de por qué fulano o zutano había dicho lo que había dicho, a lo cual yo respondí ‘habrá dicho porque tuvo ganas, yo no me voy a parar arriba del escenario a hacerme cargo de lo que dicen todos y cada uno’.

-¿Y los desfiles de la Semana?

-Bueno, recuerdo que se dio un absurdo. El desfile inaugural arrancaba en la Plaza de Deportes, pasaba frente a la ACJ y pretendíamos cerrarlo, si no recuerdo mal, en la Plaza 4 de Octubre.

El tema es que pasaba por calle Artigas, entonces el permiso para circular era de Jefatura. Fuimos a Jefatura y recuerdo que nos dieron la orden de que cuando los grupos -y hablo de miles de personas que participaban- llegaran a la esquina de la Plaza, que empezaba la cuadra de la Región, no cantáramos para evitar que se dijera algo contra las Fuerzas Armadas. (…) La orden era ‘Llegan a la Escuela de Varones, ahí todo el mundo se calla durante una cuadra y después retoman el canto’.

Se dio la paradoja que parecía una manifestación silenciosa, los grupos llegaron a la esquina de la Escuela de Varones y en esa cuadra se hizo un silencio total como en misa. Llegamos a la intersección de Artigas y Ciganda y se retomó el canto con alegría.

-O sea que tuvo su significación…

-De alguna manera había un significado entre lo que denota y lo que connota, que cada uno haría su lectura… Eso era una de las tantas paradojas que pasaban en situaciones como ésta.

-¿Cómo viviste el tema de las categorías A, B y C?

– (…) La ACJ tiene una categoría de socio básico, que no es el socio común (…) que para serlo tiene que firmar una declaración de compromiso cristiano con los fines y objetivos de la institución. (…) Nosotros teníamos muchos dirigentes en esa condición, 50 o 60. Llegó el momento de la Asamblea y había que pasar lista. Se tacharon muchos nombres. En Jefatura nos habían dicho todos los que estaban interdictos. Uno de los que estaba en esa situación, estaba, en el momento que fue interdicto, oficiando de tesorero en la comisión directiva. Se hizo la Asamblea y como él tenía prohibido ser parte, lo que hizo fue pararse en el fondo de la Asamblea, no decir nada, pero hacer acto de presencia. (…) Era una persona intachable en todo sentido, incluso si fuera por establecer categorías en las opiniones políticas… Evidentemente a alguien se le fue el lápiz o tenía un encono personal, porque esas cosas pasaban, al que tachaba podía no gustarle la cara de alguien…

(…) Eso de las categorías era así, vos mandabas una lista y te ponían una cruz al lado y te decían ‘está interdicto’, quedaba en vos jugártela después… El otro tema que generaba esto, es que (…) había mucha gente que no quería exponer su nombre, participar de nada, precisamente por el hecho de que podía ser tachada y podía afectar su trabajo, etcétera. Y en algunos casos simplemente no querían sentir el manoseo de tener que dar prueba de la ‘fe democrática’. Había unos que evaluaban la fe democrática de los otros. Lo que no había era posibilidades de disenso.

-Hay quienes dicen que hasta saludar en la calle a personas que tal vez eran categoría C, daba miedo.

-Sí. Tengo otra anécdota. Cruzarse en la calle con ‘el loco’ Hugo Nantes, generaba en uno una sensación de incertidumbre. Porque te cruzabas con Hugo y le preguntabas ¿cómo andás? y él te contestaba ‘y mal, ¡¿cómo querés que ande?!’ Entonces vos en la calle no querías cruzarte con Hugo para no sentir que podía ser visto como cómplice; decir que te sentías mal… Realmente, la atmósfera de opresión la vivimos así… Ojalá Dios quiera y nosotros, cada uno de los ciudadanos, con compromiso y más participación hagamos todo lo que esté a nuestro alcance para que esas situaciones no se repitan, porque la democracia, aunque tenga muchos defectos, es, de todo lo que conocemos, el mejor de los sistemas. Y democracia es participación, compromiso, no compromiso de cada cuatro o cinco años sino del día a día, compromiso ciudadano, de participación activa, de ser responsable en cada una de las cosas, pequeñas cosas…

No fue un tiempo fácil

“La segunda semana de noviembre la ACJ celebra la Semana de la Acción y Confraternidad Mundial. Nos viene un libro de trabajo con algunas pautas. Durante la década dictatorial, ese librito llegaba al Uruguay y si pasaba las aduanas -porque los libros eran confiscados-, cuando llegaba a la ACJ en general no podíamos trabajar porque hablaba de defender la justicia, la paz, trabajar por los derechos humanos, palabras que eran impensadas porque eras calificado como subversivo frente a esas cosas.

Yo siempre usé como eslogan un texto de trabajo muy revelador que dice: «Y tú preguntas ¿qué de los inocentes espectadores? Pero si tú eres espectador no eres inocente». Es una demanda a la participación, al compromiso. Yo no puedo declararme inocente en tanto sea espectador de una situación. Y si soy espectador de situaciones de injusticia, de opresión, yo soy actor de esa parte. Es muy fuerte esa frase… Yo la llevo como caballito de batalla.

Son muchos años… y yo lamenté muchas veces sentir desconfianza de gente que consideraba amiga, porque te conseguían sembrar la duda sobre el nivel de amistad y te llevaban al extremo de no poderlo dialogar… Determinadas cosas no se hablaban. No, no fue un tiempo fácil.

En casa teníamos un copiador de cola de pescado, que usaban todos los maestros en aquel tiempo. Gelatina, cola de pescado que se ponía en una bandeja y con un carbónico especial se hacían las copias que decían “No al golpe de estado”.Muchos volantes se hicieron en mi casa, y pasó que en un momento mi pobre madre angustiada hasta amenazó con echarme… ”

Negocios solidarios

Ayer, una delegación encabezada por el embajador de Venezuela Julio Chirino y el diputado Walter De León, visitó la planta de Conaprole en Villa Rodríguez.

Las relaciones comerciales con Venezuela han adquirido, a partir del gobierno de Tabaré Vázquez, importancia creciente. El generoso acuerdo PDVESA – ANCAP para suministrar petróleo, la instalación de BANDES (que se hizo cargo de COFAC), el apoyo a la recuperación de empresas como FUNSA o ENVIDRIO son ejemplo de una política de relacionamiento que se construye desde la mirada de la solidaridad entre los pueblos.

Con la llegada de José Mujica al gobierno en Uruguay, las perspectivas son, incluso, mejorar esa relación.

Acotemos, al pasar, que se frustró la remodelación de la refinería de la Teja por la oposición de blancos y colorados que obligaron al gobierno a transitar el camino más lento y más complejo para firmar el acuerdo. Pero las condiciones que ofrecía Venezuela para concretar la inversión eran -qué duda cabe- inmejorables.

Ayer, en la planta de Conaprole en Villa Rodríguez, estaban con el embajador y el diputado, las jerarquías castrenses de la Región II y el agregado militar de Venezuela;  también el responsable de relaciones internacionales del MPP, Osvaldo Ronqui, originario de la localidad. Fue notoria la ausencia de autoridades municipales.

SAN JOSÉ HOY concurrió invitado desde el despacho de De León. El miércoles además, habíamos acordado una breve conversación con Chirino para después de realizada la recorrida. La responsable de la planta no autorizó nuestro ingreso.

Para Conaprole, Venezuela y muy especialmente el ejército venezolano, son clientes muy importantes. La visita y las presencias militares deben entenderse en ese marco.

La semana próxima intentaremos informar con más detalle, qué perspectivas se abren a partir de estas gestiones.